«El verano ya ha quedado atrás y poco a poco el otoño se hace cada día más presente. La temporada de playa ha concluido y con ella, los baños en el mar, tan beneficiosos para nuestra salud y especialmente para nuestra piel, quedan ahora reservados para los valientes; sin embargo, gracias a la talasoterapia, podemos seguir disfrutando de todos sus beneficios sin que ello suponga someter nuestro cuerpo al frío y el embate de las olas» afirma la web cosmeticapersonalizada.com.
La talasoterapia es una cura natural en la que el conjunto de las propiedades del medio marino se pone al servicio de la salud, mediante la utilización simultánea de los beneficiosos elementos marinos, y bajo supervisión médica especializada.
«Los tratamientos de talasoterapia aprovechan los múltiples beneficios de los componentes marinos y destacan por su gran polivalencia y efectividad» estando especialmente indicados para el tratamiento de enfermedades reumáticas, traumatológicas, dermatológicas, fibromialgia, enfermedades cardiovasculares, otorrinolaringológicas, respiratorias, metabólicas…
«Veamos ahora más en detalle qué ventajas proporcionan a nuestra piel los diversos componentes marinos:
–Agua de mar: su principal virtud es el efecto curativo que produce en nuestra piel. Al entrar en contacto con el agua salada, en la superficie cutánea tiene lugar un proceso físico-químico conocido como ósmosis como resultado del cual los elementos químicos diluidos en el agua de mar (yodo, sodio, potasio y otros oligoelementos) pasan a nuestro cuerpo a través de la piel; de este modo es posible renovar y aumentar su presencia en nuestro organismo.
–Algas: aunque su irrupción en la industria cosmética es relativamente reciente, se han convertido rápidamente en un componente esencial de multitud de tratamientos de estética, debido a la elevada proporción de vitaminas, proteínas y sales minerales que tiene, lo que les confiere propiedades antibióticas y antioxidantes.
–Barros marinos: su importancia deriva de la gran cantidad de minerales procedentes de la flora y fauna marina que contienen. Al aplicar el barro directamente sobre la piel, parte de estos minerales penetran en el organismo, de igual modo que los oligoelementos presentes en el agua del mar.
–Aire marino: su riqueza en yodo, ozono e iones negativos ayuda a calmar nuestro sistema nervioso y mejorar nuestras defensas».
Por eso, si con la llegada del frío no quieres dejar de disfrutar de los beneficios que el mar puede ofrecerte, te invitamos a visitar alguno de los centros de talasoterapia de SET, donde encontrarás el relax y el bienestar que buscas.