La fisioterapia acuática aprovecha los beneficios de la fisioterapia para nuestro cuerpo y las bondades del agua del mar. Una unión perfecta para mejorar nuestros músculos y nuestras articulaciones. Te contamos qué es la fisioterapia acuática.
La fisioterapia es la ciencia y el arte del tratamiento físico, es decir, el conjunto de técnicas que mediante la aplicación de agentes físicos curan, previenen, recuperan y readaptan a los pacientes susceptibles de recibir tratamiento físico. Pero, ¿qué es la fisioterapia acuática y cómo ayuda a nuestro cuerpo?
Esta disciplina se aprovecha de los beneficios del agua del mar, es una de las prácticas más en boga en talasoterapia. Su empleo es tan antiguo como el hombre, tanto de forma higiénica como terapéutica.
Y es que, el agua tiene múltiples beneficios que proporcionan al fisioterapeuta una herramienta muy eficaz para el tratamiento de diversas patologías facilitando la readaptación del paciente. Alivia el dolor, relaja la musculatura, disminuye la inflamación…
En talasoterapia, existen multitud de aplicaciones hidroterápicas (baños, chorros, duchas…) pero destaca la fisioterapia acuática, que es el trabajo físico terapéutico dentro del agua.
En este sentido, la flotabilidad contrarresta la gravedad por lo que, dentro del agua, se reduce el peso del cuerpo y se facilitan los movimientos que, a su vez, proporcionan un gran refuerzo positivo a nivel psicológico. El paciente ve que es capaz de realizar movimientos en el agua que fuera no puede, o los realiza con dificultad, con lo que aumenta su motivación y confianza. También se reduce el impacto en las articulaciones y músculos, se mejora la circulación, se lucha contra el edema…
Es posible trabajar de un modo más lúdico y global ya en la fisioterapia acuática que intervienen distintos mecanismos de control postural, se trabaja a nivel respiratorio, a nivel propioceptivo… El cuerpo tiene que estar constantemente haciendo ajustes para mantener el equilibrio y controlar la postura.
La presión hidrostática ejerce una presión continua que beneficia la circulación (a nivel sanguíneo y linfático) y el trabajo respiratorio. Además, el trabajo dentro del agua ayuda en casos de insomnio y estrés mejorando la calidad del sueño.
A todo esto hay que añadir los efectos de la temperatura del agua, la composición de la misma (entre otras cosas influye en la mayor o menor flotación) o el movimiento del agua (chorros, burbujas y corrientes interfieren en la actividad y equilibrio). Elementos fundamentales de los beneficios de la talasoterapia.
La fisioterapia acuática proporciona además buenos resultados en patologías de miembro inferior (fracturas, esguinces…) ayudando en la readaptación de la marcha, en problemas de espalda (equilibrando la musculatura, trabajando el control postural…), en patologías neurológicas (mejorando el esquema corporal, la movilidad, el tono…), en trastornos circulatorios y problemas linfáticos, artrosis, osteoporosis, fibromialgia, problemas de estrés, patología respiratoria, problemas reumatológicos, trastornos psicológicos…