Una de las grandes ventajas del agua de mar es que por virtud del efecto de flotación o empuje, al sumergirnos en el agua de mar (particularmente densa), el cuerpo va reduciendo su peso.
Esta reducción facilita aún más los movimeintos de las articulaciones dentro del agua, ya que en ella son posibles diversos movimientos que fuera del agua resultarías difíciles para algunas personas con ciertas patologías.
Gracias a esta circunstancia, en el agua de mar se puede comenzar a realizar ejercicios de rehabilitación cuando el paciente todavía no está en condiciones de hacerlos fuera del agua, experimentando así que en el agua del mar puede iniciar una rehabilitación antes de lo esperado, lo que le ayuda a sentirse más estimulado y adopta una posición activa y confiada respecto de su propia recuperación.
Entre las afecciones más comúnmente tratadas con terapia termal se encuentran la artrosis, los reumatismos inflamatorios y crónicos, la artropatía psoriásica, las espondilitis anquilosante, la osteoporosis, la gota, la pre y post cirugía traumatológica, la algodistrogia, la sonovitis…
Así, la terapia termal va a provocar varios efectos:
- Analgésico.
- Descontracturante.
- Anti-inflamatorio.
- Y además, aumenta el tropismo.
Es importante subrayar el factor de prevención en este tipo de patologías, sobre todo en edades avanzadas, ya que puede lograrse retardar la aparición de estas dolencias.
Fuente del artículo: Libro Talasoterapia Entremares, Grupo Entremares.