La talasoterapia es la aplicación con fines terapéuticos de las propiedades del agua de mar, lodos y algas marinas asociadas a la acción del clima marino. Los beneficios que pueden obtenerse a orillas del mar de los baños de mar y de sol se conocen desde hace siglos.
La Sociedad Española de Talasoterapia considera que, para que exista verdadera talasoterapia, el Centro que la ofrezca debe reunir una serie de condiciones: estar situado en la costa (proximidad inmediata al mar), emplear agua de mar natural, contar con supervisión médica de los tratamientos y con equipo profesional cualificado, y seguir un riguroso control higiénico-sanitario de las instalaciones.
En formas diversas y cantidades variables el mar contiene casi todos los elementos químicos conocidos, aunque algunos de ellos se encuentran en pequeñas cantidades o trazas, recibiendo el nombre de oligoelementos. Todas las materias disueltas en el mar proceden originalmente de los continentes.
La existencia de diferentes sales disueltas en el agua de mar se debe a que durante miles de millones de años, los ríos, ramblas o arrastre del agua de lluvia, constantemente han transportado hasta el mar sustancias procedentes de la erosión, causada por las lluvias.
Por tanto, el agua de mar no es una simple solución salada cuya composición se acerca a la del líquido extracelular, sino un auténtico suero fisiológico en perfecta ósmosis con el medio interno que satisface totalmente las necesidades minerales de las células, ideal para conservar la salud integral por su repercusión general sobre el metabolismo y las funciones orgánicas y físicas.
Fuente del artículo: Libro Talasoterapia Entremares.