El verano comienza a acercarse. Es la época por excelencia en la que el sol toma especial relevancia. Tanto para bien como para mal, esta estrella se convierte en el centro de todas las miradas. Sus radiaciones ofrecen a sus usuarios una de cal y otra de arena. Tienen muchos beneficios pero ¡cuidado! porque sus consecuencias también son notorias.
Vayamos por partes. Lo primero es tener claro que la acción terapéutica de la radiación solar se denomina helioterapia. Un término muy desconocido pero al que todos nos exponemos. Sus efectos positivos son muchos. La anemia, la osteoporosis, la diabetes, los trastornos digestivos, el sistema respiratorio…Se ven beneficiados por el sol pero no todo es tan bueno porque el envejecimiento cutáneo también se acelera. No hay que olvidar los factores básicos que afectan a la piel: el ambiente, la constitución genética y la nutrición. Todos ellos son, a su vez, muy importantes.
Aunque dicen que la arruga es bella siempre es mejor retrasar su aparición. Y eso es posible. Tras el duro invierno, las ansias de broncear el cuerpo pueden provocar descuidos con los efectos del sol ya citados. Prevenir es la mejor arma para combatirlos. Los rayos ultravioletas no son buenos y, por eso, hay que elegir bien la protección. La piel tiene memoria así que hay que cuidarla desde pequeños. Lo primero es evitar las quemaduras que además de ser dolorosas producen manchas, arrugas, dilataciones vasculares y hasta cáncer de piel.
Que hay que protegerse del sol está claro, pero hay que distinguir los dos tipos de filtros solares que hay. Pueden ser físicos o químicos dependiendo de su composición. Los primeros son más seguros y saludables porque se basan en sustancias minerales y no penetran en la piel. Pero si los protectores solares nos cuidan por fuera, la alimentación nos puede proteger desde dentro. Los vegetales de color rojo, anaranjado y amarillo como los melocotones, tomates, zanahorias… deben convertirse en un básico en las mesas. No pueden faltar. Lucir un bronceado bonito y duradero es el objetivo de todos pero siempre sin correr riesgos.
Y como de lo que se trata es de poder disfrutar del buen tiempo que se avecina, en las Termas Marinas disponemos de un gran equipo de esteticistas que gracias a tratamientos como el peeling, la algoterapia, el programa despigmentante o el reparador hacen que en los centros de talasoterapia se convierta en el mejor aliado para antes, durante y después de exponernos al sol. Es el momento de prepararse para disfrutar del verano y presumir de bronceado.
Jimena Bañuelos